Mi mejor deseo este fin de año, es que viajen ligeros, y no sólo me refiero a maletas y cosas, sino también a sentimientos.
Anden la vida ligeros, sin rencores, sin arrepentimiento, sin recuerdos pesados de esos que entristecen el alma y la desnutren, sin miedos.
Despidan el año que hoy termina y con él, despidan todo eso que añade pena a nuestra mirada, perturba nuestra sonrisa e inhibe nuestra razón. Inicien el año con suficiente espacio en la mente, aunque desprenderse les rasgue un poco el corazón; viajen ligeros, como para que toda bendición que la vida les envíe, tenga cabida sin condición.
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