Joer un día la vida te puso en mi camino y no lo entendí. Y después de tanto y tanto no tenerte, comencé a extrañarte hasta que, a la vuelta de la rueda te caíste enfrente y me llenaste el alma de sonrisas.
Y no cuento la historia del libro que cerré, sino la que comencé a escribir después de tí.
Feliz vida, Siempre.

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