Todo lo que hacemos deja huella. Una impresión irrefutable de nuestro paso, y el inegable efecto de nuestros actos. Marca que quedará por siempre en nuestro trayecto, y en el de quienes siguen nuestro curso.

Nada como tus ojos para sonreir
Todo lo que hacemos deja huella. Una impresión irrefutable de nuestro paso, y el inegable efecto de nuestros actos. Marca que quedará por siempre en nuestro trayecto, y en el de quienes siguen nuestro curso.
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